Lúdica y festiva, jovial, rebosante de energía. Así podría definirse la música de OMBLIGO, proyecto musical impulsado por los madrileños Anika y Ángel Cáceres que parece sumergirse en el universo gypsy propio de los Balcanes. La fusión es algo inherente en el quehacer de esta pareja de virtuosos, pues a ese folclore balcánico se unen el bolero y el swing con ciertos toques de jazz contemporáneo. Toda esa mezcla permite al oyente adentrarse en un viaje por el mundo a través de sus canciones. Es un periplo emocional y sensorial, pero también, y de algún modo, físico, gracias a su violín y su guitarra, elementos clave en un universo personal que en directo se expande con la suma de contrabajo, cello, flauta, tabla de lavar y percusiones. Influenciados por míticas bandas como King Crimson o Cuarteto Quiroga, su música de carácter progresivo no tiene límites y transmite una alegría exuberante que es más necesaria que nunca en estos tiempos de incertidumbre.

Ombligo tuvo su origen en los vagones del metro de Madrid, donde Ángel y Anika se conocieron a finales de 2015. Hicieron un pacto y decidieron unir -sin límites- su diverso imaginario musical. Desde entonces no han parado de componer y de dar conciertos por toda España, Portugal, Italia y Cabo Verde, pasando por espacios emblemáticos como el Teatro Circo Price, la Sala Galileo Galilei, y varios festivales de referencia de la península. Su música es variopinta, se alimenta de múltiples estilos musicales, llevándolos a su terreno de una manera muy personal. Música progresiva y humor con una marca inconfundible.

En 2020 publican su primer trabajo de estudio, «Banda sonora para una película que no existe» (Entrebotones, 2020), un disco de 15 temas originales grabado y producido por Eduardo Molina en los estudios Garlic Records durante 2019, con colaboraciones de Fetén Fetén, Club del Río, Eva Sierra. Arrancan 2023 con la salida de su nuevo álbum «Intrépido viaje a velocidad cero» (Metales Preciosos, 2023): 11 nuevas canciones donde se puede percibir la evolución de la banda, abordando nuevos estilos que, a priori, parecen lejanos entre sí, como son el filmscore, el progresivo, la música balcánica o la clásica y, a su vez, pasajes más minimalistas, sin olvidar cuatro temas donde la voz de Anika es la protagonista. Lo presentaron en el mítico Teatro Eslava de Madrid.

Actualmente les acompaña al contrabajo Pablo Navarro (Mastretta, Racalmuto, Marlango, Alberto San Juan), y, en esta ocasión, actúan en formato banda, acompañados por Bruna González (cello y coros), Raúl Márquez (violín 2º), Darío Santamaría (flauta), Edu Molina (wahsboard) y Alan Denis (percusiones).

Puede compartir este evento en: